Debido a que la función inmunológica óptima es una parte importante del bienestar a largo plazo, es esencial brindar apoyo a la función inmunológica durante momentos de mucho estrés, cambios estacionales y cuando no se siente bien.
 
La vitamina A es una vitamina liposoluble necesaria para el crecimiento, el desarrollo óseo, la visión, la función de los receptores hormonales, la salud celular, la función inmunológica y la integridad de las superficies epiteliales y mucosas.
 
La vitamina C proporciona una valiosa protección antioxidante y es necesaria para la producción de colágeno, un componente integral de los vasos sanguíneos, tendones, ligamentos y huesos. Esta vitamina esencial soluble en agua también es necesaria para la síntesis de neurotransmisores y carnitina.
 
La vitamina D3 es la forma bioidéntica de la vitamina D sintetizada en el cuerpo a partir del colesterol, tras la activación de los rayos ultravioleta de la luz solar. Esta forma es excelente para mantener niveles saludables de vitamina D en el cuerpo.
 
La creciente evidencia sugiere que la vitamina D desempeña un papel no solo en la salud ósea, sino también en el apoyo a la salud inmunológica, neurológica, musculoesquelética, celular y cardiovascular. Como mineral esencial, el zinc cumple funciones catalíticas, estructurales y reguladoras en el cuerpo.
 
En última instancia, el zinc apoya la función inmunológica y neurológica, el crecimiento, la agudeza del gusto, el metabolismo de los nutrientes y la salud reproductiva.